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Estreñimiento o Constipación

Se denomina estreñimiento o constipación a la evacuación de heces excesivamente secas, duras, escasas o infrecuentes, ya que hay una disminución del ritmo o frecuencia de evacuación. Se considera que el ritmo normal puede variar desde 3 veces por semana hasta 3 veces por día.

El estreñimiento o la constipación es un síntoma y no una enfermedad. Constituye una manifestación de un trastorno y no el trastorno en sí mismo.

Puede deberse a distintas causas, pero generalmente es de carácter funcional y está en relación con factores dietéticos, sociales y emocionales.

El estreñimiento se clasifica en:

• Estreñimiento agudo: es pasajero. Generalmente está ligado a determinadas situaciones, como por ejemplo viajes y cambios de lugar o un cambio repentino en la alimentación. Puede estar acompañado de flatulencias, sensación de saciedad, malestar y dolores.

• Estreñimiento crónico: está asociado a una dieta con escasas fibras, demora en el paso por el intestino grueso, disminución de la sensibilidad de presión de llenado en el recto, estrechamientos del intestino grueso y factores psíquicos (por ejemplo, aguantar el reflejo de defecación).

A su vez, el estreñimiento puede cursar con hipertonía de la pared intestinal, especialmente del intestino grueso (por ejemplo, colon irritable) o hipotonía, cuyas causas son debidas a otras enfermedades como ser: trastornos neuromusculares primarios y secundarios, parálisis cerebral, esclerosis múltiple, diabetes, hipotiroidismo, etc. También se da en el embarazo.

CLINICA Y DIAGNÓSTICO

Clínica

• El estreñimiento se caracteriza por una frecuencia disminuida de la defecación o la producción de heces secas o endurecidas. En un individuo constipado, la defecación suele ser dolorosa, dificultosa y la sensación de evacuación del recto es incompleta.

• Las heces se acumulan en el intestino grueso porque éste no responde a los estímulos normales que promueven la evacuación o por la falta de estímulos accesorios, como ser la dieta y actividad física.

• A la falta de evacuación intestinal se pueden sumar síntomas tales como malestar abdominal, meteorismo, pesadez estomacal, distensión, falta de apetito, náuseas, decaimiento, dolor de cabeza y hasta mal humor.

• En algunos casos, el estreñimiento puede ser tan importante como para llegar a obstruir el intestino, produciendo serios dolores de vientre de tipo cólico, distensión abdominal y vómitos que requieren la intervención de un médico. La complicación posible del estreñimiento es el bolo fecal. También la presencia de sangre en las heces o las heces negras son signos de peligro. Puede proceder de hemorroides o de una pequeña fisura del ano. En estos casos, es aconsejable la consulta con el médico.

Diagnóstico

El diagnóstico de las causas de la constipación se hace en base a las características clínicas: edad y duración, historia personal, enfermedades, dolores abdominales, características de las heces. Dentro de las pruebas diagnósticas, se encuentran el tacto rectal, la sigmoidoscopia y el enema opaco, entre otras.

ETIOLOGÍA

• Dieta inapropiada: bajo consumo de fibras y líquidos.
• Falta de actividad física, vida sedentaria.
• Cambio de hábitos: viajes, situaciones de estrés, modificaciones de horario de trabajo, cambios en la dieta.
• Medicamentos constipantes: fármacos anticolinérgicos (antihistamínicos, neurolépticos, antidepresivos, antiespasmódicos), opioides. También los laxantes, si se abusa de ellos.
• Orgánicas: obstrucciones intestinales, tumores intrínsecos o extrínsecos, diverticulitis, íleo paralítico (post-operatorio).
• Endocrinas y metabólicas: diabetes, hipotiroidismo, hipercalcemia, embarazo.
• Neurogénicas: paraplejías, enfermedad de Parkinson.
• Locales: hemorroides, fístulas, fisuras, colon irritable.
• Alteración del reflejo de la defecación: parálisis central o periférica, obesidad, trastornos de la personalidad.

PREVENCIÓN Y TRATAMIENTO

Tratamiento

La terapéutica debe dirigirse a regular y facilitar la defecación, pero primero debe determinarse su causa, si es que la hay. El tratamiento se debe adaptar al estado general del paciente y a la historia que tiene éste como constipado.

Es importante diferenciar el tratamiento del estreñimiento agudo y del crónico.

• Tratamiento del estreñimiento agudo: se utilizan laxantes. Hay que tener en cuenta que el objetivo es ir de cuerpo y no la diarrea, por lo cual hay que evitar la sobredosificación y usarlos por un corto período de tiempo.

• Tratamiento del estreñimiento crónico: consiste en corregir la causa que lo origina. Lo primero que hay que hacer, es establecer su origen: mala alimentación, abuso de laxantes, factores psíquicos, enfermedades del intestino, etc. La terapia incluye medidas generales, un régimen alimentario apropiado y medicamentos.

MEDIDAS GENERALES

Consiste en la reeducación del paciente con respecto a su hábito intestinal. Se debe tratar de acondicionar el intestino grueso para la eliminación de las heces en respuesta a los estímulos normales. Esto es establecer un horario para la evacuación e intentar defecar a la misma hora cada día, preferentemente 15 a 45 minutos después del desayuno. También es recomendable masajear el abdomen para favorecer el peristaltismo intestinal. Es importante responder siempre al estímulo de la defecación y no dejar pasar la oportunidad de defecar ante la aparición de necesidad, si no, se perpetuará la constipación.

REGIMEN ALIMENTARIO

Son necesarias una hidratación adecuada y una dieta rica en fibras, que ayudan a regular el ritmo intestinal porque permiten retener agua, aumentando el volumen de la materia fecal, disminuyendo su consistencia y facilitando la evacuación. Se encuentran en el salvado de trigo, cereales, frutas y verduras.

MEDICAMENTOS: LAXANTES

Se denominan laxantes a los fármacos que promueven la defecación, debido a que estimulan la peristalsis de grandes porciones del intestino delgado y/o grueso. Generan heces más blandas y de mayor volumen.

No siempre es necesario recurrir a laxantes. También ayuda a tener deposiciones más blandas la ingesta de mucho líquido y fibras, principalmente en el caso de constipación crónica. El uso de laxantes puede hacerse necesario en situaciones de estreñimiento agudo.

Un laxante ideal debe reunir ciertos requisitos:

• Debe estimular el mecanismo natural de evacuación y ayudar a la misma.
• No debería ser tóxico para el hígado ni para los riñones.
• No debería modificar el equilibrio electrolítico ni provocar deshidratación y no debería ser reabsorbido.
• No debería provocar hábito.
Principales indicaciones de los laxantes:

• Tratamiento de la constipación simple.
• Enfermos que están en cama o realizan poco ejercicio.
• Enfermos que deben evitar esfuerzos defecatorios, enfermos con hemorroides.
• Enfermos en tratamiento con opioides, anticolinérgicos u otros fármacos que disminuyen la peristalsis.
• Ancianos.
• Preparación de intervenciones quirúrgicas o estudios radiológicos.
Efectos adversos generales de los laxantes:

• Formación de un hábito que lleva al abuso, ya que la ingesta indiscriminada de laxantes se asocia con dependencia y constipación crónica, pérdida de la función intestinal y hasta lesiones intestinales. Los pacientes que más abusan de los laxantes son aquellos que presentan un estreñimiento crónico y que entran en un círculo vicioso que obliga a utilizar nuevamente el fármaco para conseguir la evacuación. También los pacientes que toman laxantes, convencidos de que así bajarán de peso (por ejemplo, los pacientes anoréxicos).
• Otros peligros son las molestias gastrointestinales: náuseas, vómitos, cólicos abdominales, diarrea, flatulencia, alteraciones hidroelectrolíticas (pérdida de potasio, sodio, deshidratación, cuadros de malabsorción).
Según su mecanismo de acción, se clasifican en:

a- FIBRAS Y LAXANTES FORMADORES DE MASA

Son agentes que aumentan la masa colónica a evacuar. Actúan de forma más similar a la fisiológica. Su efecto se manifiesta a las 12-24 horas, aunque a veces puede tardar varios días en aparecer.

Acción: incrementan, en razón de su propia masa, el volumen del contenido intestinal, lo que estimula el peristaltismo. Muchos de ellos son compuestos hidrófilos que absorben agua y iones. Al hincharse, incrementan su masa y estimulan los reflejos de la defecación.

Indicaciones: son de elección en pacientes con constipación crónica secundaria a una dieta pobre en fibras; pacientes con enfermedad diverticular del colon, síndrome de colon irritable o embarazo; ancianos; pacientes que necesitan mantener sus heces blandas para evitar esfuerzos, por ejemplo, pacientes con hemorroides.

Posología: deben mezclarse e ingerirse con abundante cantidad de agua (por lo menos, 250 ml) para facilitar su acción farmacológica y evitar una obstrucción intestinal.

Contraindicaciones: cuadros de obstrucción intestinal; alteraciones en la deglución; pacientes alérgicos al Psyllium; pacientes con enfermedad renal severa; pacientes celíacos; pacientes diabéticos (algunos preparados contienen dextrosa y pueden producir hiperglucemia en estos pacientes).

Efectos adversos: con mayor frecuencia producen flatulencia, meteorismo (gases) y dolores cólicos. Sensación de obstrucción esofágica o intestinal. Pueden provocar reacciones alérgicas como rash y prurito. Pueden producir obstrucción intestinal en caso de enfermedades intestinales como adherencias, estenosis, ulceraciones, neuropatías. La obstrucción intestinal se manifiesta por la presencia de náuseas, vómitos, dolor y distensión abdominal y la falta de eliminación de gases y materia fecal.

• GRANOS, SALVADO, VEGETALES Y FRUTAS
Contienen celulosa, pectinas, hemicelulosas, ligninas y cutinas. Además de las frutas y verduras naturales, existen preparados farmacéuticos a base de ciruela y pulpa de frutas.

Posología: se recomienda el consumo de 15 gramos de fibra por día.

• METILCELULOSA, CARBOXIMETILCELULOSA
Son sustancias hidrofílicas que, al entrar en contacto con el agua, aumentan la masa intracolónica.

Forma farmacéutica: líquido. La celulosa se encuentra en formulaciones con agar-agar y vaselina.

Posología: 2 a 3 cucharadas soperas por la noche.

Precauciones: por su alto contenido en sodio, la carboximetilcelulosa debe ser usada con precaución en pacientes hipertensos o con insuficiencia cardíaca o renal. La celulosa disminuye la absorción intestinal de muchas drogas, entre ellas, digitálicos, nitrofurantoína y salicilatos.

• PLANTAGO OVATA (ISPAGUL O PSYLLIUM)
La cáscara de la semilla de Plantago ovata se conoce con el nombre de Ispagul o Psyllium. Posee un mucílago hidrofílico que, en contacto con el agua, forma una masa gelatinosa. Es eficaz para reducir el dolor y la distensión abdominal en pacientes con colon irritable. También se utiliza para disminuir los niveles de colesterol porque interfiere con la recirculación de los ácidos biliares.

Forma farmacéutica: polvo o granulado. Puede estar acompañado en ciertas formulaciones por Cassia angustifolia.

Posología: 1 cucharadita de té, 1 a 3 veces por día con 250 ml de agua.

Precauciones: puede afectar la coagulación en pacientes medicados con cumarínicos, ya que se une a ellos.

• PLANTAGO PSYLLIUM
Se emplean las semillas negras de esta planta. Sus usos y efectos son los mismos que los de P. ovata.

• POLICARBOFILO CALCICO
Es una resina hidrofílica poliacrílica que absorbe de 60 a 100 veces su peso en agua, por lo que aumenta la masa intracolónica y ablanda las heces.

Posología: 1 g, 1 a 4 veces por día, acompañado de un vaso con agua u otro líquido.

Precauciones: el policarbófilo libera calcio a la luz intestinal, por lo que no debe usarse en pacientes que deben restringir la ingesta de calcio o que están medicados con tetraciclinas.

• LIGNINA Y PECTINA
Tienen efectos similares.

b- LAXANTES LUBRICANTES

• ACEITES MINERALES
VASELINA

Acción: recubre y ablanda la materia fecal, facilitando el tránsito intestinal y, además, ayuda a evitar que las heces se sequen y endurezcan por pérdida de agua.

Indicaciones: personas que ocasionalmente tienen heces duras, secas y difíciles de evacuar; personas con hernia inguinal porque ésta puede agravarse por un trabajo evacuatorio difícil; pacientes con fisura anal o hemorroides que tienen miedo al dolor que les produce la defecación.

Forma farmacéutica: líquida, en cápsulas, jalea. Se administra por vía oral, como único principio activo o asociada con otros laxantes: celulosa, agar-agar.

Posología: 1 ó 2 cucharadas 1 vez por día, preferentemente a la noche.

Efectos adversos: el más frecuente y molesto es la incontinencia con pérdida de sustancia por el recto, que puede llegar a manchar la ropa. Puede disminuir la absorción de vitaminas liposolubles: A, D, E y K con su uso crónico. Infrecuente: neumonía lipídica por aspiración en pacientes con vómitos y/o trastornos de la conciencia.

• SURFACTANTES
DIOCTILSULFOSUCCINATO SODICO o DOCUSATO SODICO

Es un agente tensioactivo aniónico.

Acción: humedece y emulsiona las heces, aumentando el contenido de agua y lípidos. Tienen un período de latencia de 24-48 horas.

Indicaciones: se utiliza para producir la evacuación intestinal antes de hacer un estudio radiológico o endoscópico.

Forma farmacéutica: enema, grageas, supositorios. Puede estar asociado a sorbitol en forma de enema, o a bisacodilo y laurilsulfoacetato de sodio en forma de grageas o supositorios.

Efectos adversos: por vía oral puede lesionar la mucosa gástrica, produciendo náuseas, anorexia y vómitos porque inhibe la secreción biliar. Aumenta la absorción intestinal y la toxicidad de vaselina y fenolftaleína.

c- LAXANTES OSMOTICOS

Se trata de sustancias que se absorben muy poco en el intestino y actúan atrayendo agua hacia la luz intestinal. El aumento de volumen favorece el peristaltismo y el alto contenido de agua facilita su rápido avance y eliminación.

• SALINOS:
Se incluyen dentro de ellos a las sales de magnesio y sodio: fosfatos, citratos, carbonatos, sulfatos, hidróxidos, óxidos.

Acción: por vía oral actúan a lo largo de todo el intestino en forma rápida e intensa, provocando una rápida peristalsis. A dosis elevadas tienen efecto catártico. El magnesio también estimularía la secreción de colecistoquinina, que a su vez estimula el movimiento intestinal, contribuyendo a la evacuación.

Indicaciones: cuando se necesita una rápida evacuación del intestino, por ejemplo, para lograr la limpieza del colon previa a cirugía, estudios radiológicos o colonoscopia. Se utilizan sólo por un corto tiempo, no son apropiadas para su uso prolongado porque pueden llevar a la deshidratación.

Forma farmacéutica: polvo efervescente; suspensión; enema.

Posología: suspensión (leche de magnesia): 2 a 4 cucharadas en un vaso con agua, para lograr un mayor efecto catártico y prevenir la deshidratación; polvo efervescente: diluirlo en 1/2 o 1 vaso con agua.

Contraindicaciones: pacientes cuya ingesta de sodio deba ser limitada; pacientes con insuficiencia renal; cuadros dudosos de perforación u obstrucción intestinal.

Interacciones: poseen numerosas interacciones con otros fármacos que se administran por vía oral. Puede aumentar la concentración y toxicidad de los depresores del SNC, bloqueantes neuromusculares y ácido valproico.

Efectos adversos: están relacionados con su absorción. Se destacan la diarrea, náuseas y vómitos. Pueden producir hipermagnesemia grave en pacientes con insuficiencia renal o en el anciano. Las sales de sodio pueden descompensar a un paciente con insuficiencia cardíaca. Los fosfatos pueden producir hiperfosfatemia y disminución de la calcemia. Pueden provocar deshidratación.

• NO SALINOS
Son hidratos de carbono no absorbibles que tienen capacidad osmótica y resisten la digestión.

GLICERINA

Acción: ablanda y lubrica la materia fecal, facilitando su pasaje por el recto y estimulando las contracciones rectales. La evacuación intestinal se observa a los 15 ó 30 minutos.

Indicaciones: deben utilizarse sólo ocasionalmente ante un problema puntual.

Forma farmacéutica: se utiliza en forma de supositorios, por vía rectal.

Posología: 1/2 hora antes del momento en que se desea evacuar. Se aconseja beber simultáneamente 1 vaso de agua para aportar líquido, estimular la actividad intestinal y favorecer la acción de la glicerina.

Efectos adversos: los más frecuentes son la incomodidad, irritación y ardor rectal. Raras veces puede haber una pequeña pérdida sanguínea o de mucosidad.

LACTULOSA

Es un disacárido de galactosa y fructosa.

Acción: no se absorbe en el intestino delgado y llegan al colon donde son metabolizados por las bacterias intestinales, dando ácidos grasos de cadena corta, dióxido de carbono e hidrógeno. Estos se acumulan y producen una disminución del pH que estimula la pared intestinal y la existencia de ácidos aumenta el poder osmótico, actuando como laxantes osmóticos. Tarda varios días en actuar.

Indicaciones: constipación crónica; corrector de la dieta de los lactantes; pacientes con encefalopatía hepática y toxicosis hepática; en precoma y coma hepático puede ser administrado por enema de retención.

Posología: la dosis por vía oral es de 10-20 g por día (15-30 ml) y luego 10 ml por día como dosis de mantenimiento.

Efectos adversos: flatulencia, dolor cólico, molestias abdominales, náuseas, vómitos y diarrea.

Precauciones: por su contenido en galactosa y azúcares, debe usarse con precaución en pacientes diabéticos.

SORBITOL Y MANITOL

Son polialcoholes que actúan por su efecto osmótico. Se administran generalmente por enemas.

d- LAXANTES ESTIMULANTES

Se denominan así porque se creía que su acción laxante se debía a la irritación directa de la mucosa.

Acción: inhiben la absorción de agua y electrolitos desde la luz intestinal. Así aumentan el contenido de líquido intestinal y estimulan la peristalsis.

Indicaciones: en casos donde no fueron efectivos los laxantes de masa; personas con alteración del reflejo defecatorio; pacientes que no toleran la ingesta abundante de líquido; pacientes medicados con analgésicos opioides.

Se utilizan por poco tiempo (no más de 1 semana) y su efecto es rápido, entre 6 y 12 horas. Deben utilizarse con precaución porque pueden producir diarrea, reacciones alérgicas y habituación.

Posología: varía según el fármaco en particular. Se recomienda tomarlos por la noche para que puedan ejercer su acción farmacológica durante la noche y una evacuación intestinal por la mañana. Los comprimidos o grageas deben tragarse sin masticar y con abundante líquido. Las gotas y el polvo deben diluirse en agua.

Contraindicaciones: niños menores de 12 años; colopatías orgánicas; síndromes dolorosos o abdominales no diagnosticados; pacientes con cuadros abdominales agudos.

• DERIVADOS DEL DIFENILMETANO
Actúan localmente sobre la mucosa del intestino grueso y producen una intensa irritación que estimula la motilidad intestinal.

Efectos adversos: pueden provocar diarreas graves con alteraciones electrolíticas, deshidratación, desnutrición, lesiones inflamatorias, hasta osteomalacia y enteropatía con pérdida de proteínas, principalmente con el uso crónico.

BISACODILO

Se absorbe poco por vía oral y se elimina por orina y bilis. La mayor parte actúa localmente en el intestino grueso provocando acumulación de agua.

Posología: 5 mg por día. Puede aumentarse a 15 mg por día. Una dosis de 5-10 mg tarda 10-12 horas en actuar. Las grageas con recubrimietno entérico no deberían ingerirse con antiácidos, leche o cimetidina porque podrían disolver la capa entérica y provocar una estimulación gástrica o duodenal.

Forma farmacéutica: grageas, comprimidos, gotas. Las gotas se destacan por su buena posibilidad de dosificación.

PICOSULFATO DE SODIO

Es un derivado del bisacodilo, que es hidrolizado en el colon por hidrolasas bacterianas. Administrado con antibióticos, puede perder efectividad porque la flora intestinal se ve disminuida. No tiene efecto en estómago ni en intestino delgado.

Posología: la dosis por vía oral es de unos 5-15 mg y tarda 10-14 horas en actuar.

Forma farmacéutica: grageas, comprimidos, chicles, gotas.

FENOLFTALEINA

Se absorbe en un 15% y posee recirculación enterohepática, por lo que su acción laxante puede prolongarse 3 ó 4 días. Puede provocar algunas reacciones alérgicas dérmicas y puede teñir de color rosado la orina y las heces. Ocasionalmente puede provocar albuminuria y hemoglobinuria.

Posología: 30 a 200 mg por día.

Forma farmacéutica: chicles, grageas, comprimidos.

• DERIVADOS ANTRAQUINONICOS
Son glucósidos derivados de vegetales. En el colon son hidrolizados y reducidos a antrol por la flora colónica. Se absorben escasamente y tardan 6-8 horas en producir su efecto.

Efectos adversos: diarrea, dolor abdominal, orina de color amarillo-amarronada a rosada, nefritis, pigmentación melánica de la mucosa colónica, con el uso crónico. Por esto, se recomienda no usarlos en forma crónica.

CASCARA SAGRADA

Puede causar cambios en la coloración de la orina, alteraciones metabólicas, hipocalcemia y colon catártico (débil, dilatado y con problemas en sus funciones propulsivas). Esto último se evita respetando la indicación de no utilizar estos fármacos durante más de 5 ó 7 días.

Posología: 300 a 1.000 mg por día.

Otros: RUIBARBO – SEN – DANTRONA

• EMOLIENTES
ACEITE DE RICINO o DE CASTOR

Es el ácido ricinoleico.

Acción: modifica la permeabilidad intestinal y estimula la actividad del intestino delgado y grueso. Aumenta la secreción de agua y electrolitos y ablanda la materia fecal. Actúa con una latencia de 1-6 horas. Su efecto catártico es proporcional a la dosis y suele ser muy importante, con evacuaciones líquidas y abundantes. Tiene un desagradable sabor y puede producir fuertes molestias de carácter cólico y otras alteraciones.

Indicaciones: se utiliza cuando es necesaria una evacuación intestinal rápida y completa, por ejemplo, antes de realizar una colonoscopia o una cirugía de colon. Prácticamente no se utiliza en el tratamiento de la constipación porque el riesgo de causar dolores cólicos, deshidratación y lesiones intestinales, es mayor que con los demás laxantes.

Efectos adversos: deshidratación, trastornos electrolíticos y estimula la contracción uterina. Por ello está contraindicado en mujeres embarazadas.

CONSTIPACION EN NIÑOS

Puede deberse a cambios en la dieta o factores emocionales. Se recomienda, en niños pequeños, agregar jugos a la dieta y, en niños mayores, incorporar cereales, vegetales crudos y frutas secas. Las medidas generales suelen ser efectivas, pero es oportuna la consulta con el médico, principalmente cuando se trata de lactantes. A veces, y si no hay signos asociados significativos, puede ser recomendable un supositorio de glicerina.

CONSTIPACION EN ANCIANOS

Es bastante común que los ancianos sufran constipación, por distintas razones: no suelen realizar ejercicio físico; usan dientes postizos o carecen de dientes, lo que los lleva a evitar comidas con alto contenido en fibras, que son difíciles de masticar; tienen un ritmo evacuatorio más lento; toman poco líquido; consumen gran cantidad de medicamentos, etc. Se recomienda una dieta rica en verduras, frutas y otras fibras, así como ingerir una gran cantidad de líquidos. Antes de administrar laxantes, es necesario consultarlo con el médico, para evitar problemas que puedan poner en riesgo su salud. En caso de que sean indicados los laxantes de masa, es necesario recomendar un aporte adecuado de líquido para prevenir una posible obstrucción intestinal.

CONSTIPACION EN EL EMBARAZO Y LA LACTANCIA

Es muy frecuente la constipación en el embarazo, debido a los grandes cambios hormonales. Se recomienda una dieta rica en fibras, que contenga frutas, vegetales, cereales, salvado, etc., beber abundante líquido y realizar ejercicios. Se debe evitar el uso de laxantes, excepto si están indicados por el médico. Los laxantes estimulantes deben evitarse, son preferibles los laxantes de masa, aunque pueden causar incomodidad abdominal en mujeres en el segundo y tercer trimestre del embarazo.

LO QUE EL FARMACÉUTICO DEBE SABER

• Características del hábito intestinal: si el paciente defeca con una frecuencia menor que la habitual, si presenta dolor o dificultad al evacuar, si sus heces están endurecidas, cuál es el hábito intestinal normal y cuándo empezó el problema. Cualquier cambio significativo en el hábito intestinal es esencial, principalmente un cambio prolongado.
• Síntomas asociados: dolor abdominal, flatulencia, incomodidad, distensión abdominal; si el paciente presenta náuseas, vómitos, sangre en heces.
• Edad y duración: niño o adulto; forma de comienzo (brusco o paulatino).
• Historia personal: cambio del tipo de vida o actividad social y/o profesional; viajes; reactividad emocional.
• Dieta: si consume alimentos ricos en fibras; si hubo un cambio reciente en su dieta; si ha estado enfermo, ya que puede haber una ingesta inadecuada de alimentos y líquidos.
• Medicación: si está tomando algún medicamento del tipo de opioides, anticolinérgicos, anticonvulsivantes, antidepresivos, etc.; si abusa de los laxantes o si tiene antecedentes previos de abuso de laxantes; si hubo un cambio reciente en la medicación que toma habitualmente.
• Enfermedades: existencia de enfermedad sistémica, psiquiátrica o neurológica; antecedentes de enfermedad intestinal.
El farmacéutico puede recomendarle al paciente un aumento en la cantidad de fibra y líquidos en la dieta y la realización de ejercicio. A corto plazo puede recomendar un laxante para solucionar el problema más inmediato.

CUÁNDO ACUDIR AL MÉDICO

• En caso de que la constipación se vuelva crónica.
• Si el paciente suele evacuar con una frecuencia normal y de repente sufre una constipación.
• Cuando el paciente presenta un cambio en el ritmo evacuatorio por más de 2 semanas.
• En caso de constipación secundaria a otras enfermedades (constipación neurogénica o constipación severa idiopática).
• Cuando el paciente presente sangre en la materia fecal.
• Cuando se sospecha de una enfermedad seria.
• Pacientes con enfermedades intestinales o antecedentes de cirugías intestinales.
• Cuando los síntomas sugieran obstrucción intestinal: náuseas, vómitos, dolor, distensión abdominal, falta de eliminación de gases.
• Pacientes con antecedentes de alergia a los laxantes.
• Pacientes diabéticos y fenilcetonúricos.
• Pacientes con dificultad para ingerir líquidos.
• Cuando se sospecha de alguna medicación causante de los síntomas.
• Cuando el paciente esté tomando cualquier medicamento por vía oral, porque los laxantes pueden alterar su absorción y, por lo tanto, pueden provocar una falta de eficacia o mayor riesgo.
• Si, luego de 1 semana de tratamiento, el paciente no experimenta alivio de la sintomatología.
• Si el paciente abusa de los laxantes.
• Embarazo y lactancia.
• Niños y ancianos.

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