DEFINICIÓN
Es una de las micosis superficiales clasificadas como dermatofitosis o tiñas. Estas son producidas por los hongos denominados dermatofitos, que incluyen las especies Trichophyton, Microsporum y Epidermophyton. Cuando los hongos se ubican en una determinada región cutánea, se denomina “tinea” o “tiña”.
En el caso del pie de atleta, el hongo que lo produce es el Tinea pedis, que se desarrolla en lugares calientes y húmedos.
CLINICA Y DIAGNÓSTICO
Es una patología que se da principalmente en los hombres, sobre todo en deportistas, debido a la suma de transpiración y calzado cerrado.
Es más frecuente en verano.
Clínicamente se conocen 4 variantes: crónico intertriginoso, hiperqueratósico crónico, vesiculoso y ulceroso. La forma más común es del tipo crónico intertriginoso, caracterizado por prurito o picazón y escamas en la piel ubicada entre los dedos de los pies, principalmente entre el 3º y 4º ó 4º y 5º dedo. La piel puede estar seca y escamada, o bien húmeda y supurante. Estas escamas o grietas pueden volverse más blancas y maceradas y caerse. Por debajo de ellas, la piel suele estar enrojecida.
En general es una infección leve, pero si progresa, la piel se hace más macerada y blanquecina y puede llegar a cortarse, produciéndose lastimaduras más profundas y dolorosas. La piel se inflama y hay mayor prurito. Así, puede desarrollarse una infección bacteriana secundaria.
Si hay supuración, pus, coloración rojiza e inflamación (signos de presencia de bacterias) se necesitarán medicamentos antibacterianos además de los antifúngicos y deberá ser controlado por el médico.
A veces puede afectarse la planta del pie, lo que puede alterar el aspecto de la afección. Este cuadro puede confundirse con una dermatitis alérgica o eccema, pero éstas no suelen afectar los espacios entre los dedos, a diferencia del pie de atleta.
ETIOLOGÍA
Se produce por contagio, especialmente si se anda descalzo por el suelo de áreas públicas como vestuarios, duchas o piletas, o también alfombras. El sudor del pie produce el tipo de ambiente húmedo y caliente que necesita el hongo, Tinea pedis, para desarrollarse.
PREVENCIÓN Y TRATAMIENTO
Recomendaciones terapéuticas
Medidas de prevención
• No caminar descalzo por baños, vestuarios u otros lugares públicos. Usar algún tipo de calzado, aunque sea sandalias u ojotas.
• No usar zapatos demasiado estrechos y de materiales sintéticos, que no permiten que el pie respire.
• En verano o en épocas de calor, es preferible usar un calzado abierto y evitar los zapatos cerrados.
• Usar en lo posible medias de algodón, que facilitan la evaporación de la humedad; en cambio hay que evitar las de nylon o sintéticas, ya que mantienen la humedad.
• Secar bien los pies luego del baño o la ducha.
Medidas higiénicas durante el tratamiento
• Luego de lavar los pies, hay que secarlos muy bien, sobre todo el espacio entre los dedos, antes de aplicar el antimicótico.
• Tratar de mantener el pie al aire libre la mayor parte del tiempo.
• Cambiarse las medias regularmente y lavarlas con agua caliente.
• Puede complementarse el tratamiento con un polvo antimicótico, que puede espolvorearse en el calzado y en los pies, que ayuda a absorber la humedad y evita la maceración.
Para prevenir la reinfección
• Realizar el tratamiento con el antimicótico el tiempo adecuado, no suspenderlo antes.
• Se puede utilizar el polvo antimicótico en los pies y en los zapatos como medida profiláctica.
• Cumplir con todas las medidas de higiene y prevención.
TRATAMIENTO FARMACOLOGICO: ANTIMICOTICOS
Se usan principalmente antimicóticos (o antifúngicos) de aplicación tópica cutánea. En general, las micosis superficiales, o sea las que afectan el estrato córneo de la piel (como el pie de atleta) responden bien al tratamiento tópico.
Estos productos se presentan en forma de crema, loción, spray o polvo y deben aplicarse entre 1 y 3 veces al día (según las indicaciones).
La eficacia de estos medicamentos depende de la duración del tratamiento. No es recomendable interrumpirlo durante 2-4 semanas, aunque hayan desaparecido los signos y síntomas, para asegurar que se ha eliminado la infección. Además, la eficacia depende del tipo de lesión y el mecanismo de acción del fármaco, así como de la viscosidad, hidrofobicidad y acidez de la formulación.
Los antifúngicos tópicos de mayor potencia y los más efectivos son los derivados imidazólicos, pero también existen otras alternativas eficaces.
Los antimicóticos utilizados para el tratamiento del pie de atleta son:
• IMIDAZOLES
Mecanismo de acción: actúan sobre los citocromos P 450 de los hongos: inhiben enzimas oxidativas asociadas a ellos, como la esterol 14-alfa-desmetilasa que realiza la 14-desmetilación del lanosterol para dar ergosterol, por lo que se acumulan 14-alfa-metilesteroles. Existe una relación directa entre la actividad fungostática y la inhibición de la síntesis de ergosterol, que además altera la permeabilidad de la membrana celular de los hongos, con lo cual se modifica el ambiente intracelular necesario para su desarrollo y división celular. Los imidazoles también alteran la acción de peroxidasas y catalasas que intervienen en la síntesis y detoxificación del peróxido de hidrógeno. Este se acumula y es capaz de lesionar las estructuras intracelulares de los hongos. • BIFONAZOL
Posología: se aplica localmente 1 vez al día, preferentemente al acostarse, durante 2-3 semanas. Forma farmacéutica: se presenta en forma de crema, solución y polvo al 1%. Reacciones adversas: puede producir reacciones locales irritativas. Puede haber hipersensibilidad a algunos de sus excipientes. • CLOTRIMAZOL
Propiedades: la absorción después de su aplicación en la piel es de menos del 0.5%. Se metaboliza en hígado y se excreta en la bilis. Se ha comprobado que la curación clínica es de un 80 a 100% de los casos. Las recurrencias son comunes. Posología: se aplica 2 ó 3 veces al día sobre la zona afectada durante 3-4 semanas. Forma farmacéutica: crema, solución, polvo y spray (aerosol) al 1%. Reacciones adversas: puede causar escozor, eritema, ampollas y descamación de la piel, prurito y urticaria. • ECONAZOL
Propiedades: es un derivado (sin cloro) del miconazol. Penetra fácilmente el estrato córneo y menos del 1% se absorbe hacia la sangre. Posología: se aplica 2 veces al día, por la mañana y por la noche, durante 3-4 semanas. Forma farmacéutica: crema, solución, polvo/polvo en aerosol y spray al 1%. Reacciones adversas: puede producir reacciones locales, como eritema, ardor, escozor o prurito. • KETOCONAZOL
Posología: se aplica 1 vez al día (crema) o 1-2 veces al día (polvo) durante 2-3 semanas. Forma farmacéutica: crema y polvo al 2%. Reacciones adversas: erupción alérgica y prurito. • MICONAZOL
Propiedades: es un congénere del econazol. Penetra el estrato córneo y persiste allí durante más de 4 días. La absorción sistémica es mínima, menos del 1%. El porcentaje de curación puede superar el 90%. Posología: se aplica 1-2 veces al día durante 2-4 semanas. Forma farmacéutica: crema, solución y polvo al 2%. Reacciones adversas: puede producir prurito, irritación y quemazón. • OMOCONAZOL
Posología: se aplica 1 vez al día durante 2-6 semanas. Forma farmacéutica: crema al 1%. Reacciones adversas: reacciones locales. • OXICONAZOL
Posología: se aplica 1 vez al día, por la noche, durante 4 semanas. Forma farmacéutica: crema al 1%. Reacciones adversas: prurito, ardor o erupción cutánea. • SERTACONAZOL
Posología: se aplica 1 ó 2 veces por día, a la noche o a la mañana y a la noche, durante 2-4 semanas. Forma farmacéutica: crema al 2%. Reacciones adversas: reacción eritematosa local y transitoria. • SULCONAZOL
Propiedades: parece más activo que el miconazol para reducir el eritema y el prurito. Posología: se aplica 2 veces al día, por la mañana y por la noche, durante 3-4 semanas. Forma farmacéutica: crema, polvo y spray al 1%. Reacciones adversas: prurito, ardor o eritema leves y transitorios. • TIOCONAZOL
Propiedades: ha demostrado ser más eficaz que otros imidazoles en las dermatofitosis superficiales. La absorción por piel es mínima. Posología: se aplica 1-2 veces al día durante 2-4 semanas. Forma farmacéutica: crema, polvo y solución al 1%. Reacciones adversas: irritación, edema, prurito. Pueden presentarse reacciones de hipersensibilidad. • PIRIDINONAS
• CICLOPIROX OLAMINA
Propiedades: se absorbe por piel en forma escasa, menos del 1.5%. Los porcentajes de curación varían entre un 80 y 90%. Posología: se aplica 1-2 veces por día, durante 3-4 semanas. Forma farmacéutica: crema, polvo y solución al 1%. Reacciones adversas: irritación local, prurito y ardor pasajeros. Puede producir reacciones de hipersensibilidad. No se observó toxicidad tópica. • ALILAMINAS
Mecanismo de acción: actúan en la síntesis del ergosterol, inhiben la epoxidación del escualeno. Es una acción anterior a la de los imidazoles. A diferencia de éstos, tiene poca afinidad por el citocromo P 450, por lo que no interfiere en la síntesis de hormonas esteroideas. • TERBINAFINA
Propiedades: es muy eficaz tanto en las infecciones crónicas como recurrentes. Por su gran lipofilicidad, se acumula en la grasa y se fija al estrato córneo de la piel. Tópicamente, se absorbe menos del 5%. Posología: se aplica 1-2 veces al día, durante 2-4 semanas. Forma farmacéutica: crema, gel, solución y spray al 1%. Reacciones adversas: enrojecimiento, prurito o escozor. • BUTENAFINA
Propiedades: es un nuevo derivado. Posología: se aplica 1-2 veces al día durante 4 semanas. Forma farmacéutica: crema al 1%. Reacciones adversas: picazón, eritema, irritación y escozor. • TIOCARBAMATOS
• TOLNAFTATO
Propiedades: el porcentaje de curación es de un 80%. Posología: se aplica 2 veces por día, durante 2-3 semanas. Forma farmacéutica: crema, polvo o solución al 1%. Reacciones adversas: no se informaron reacciones tóxicas o alérgicas. Raramente produce reacciones de sensibilización. • OTROS ANTIMICOTICOS
• ACIDO UNDECILENICO
Es el ácido 10-undecenoico. Propiedades: se utiliza como tal o formando sales con zinc, cuya acción astringente ayuda a reducir la irritación e inflamación de la piel. El porcentaje de curación es alrededor del 50%, mucho menor que con imidazoles o tolnaftato. Posología: se aplica 1 ó 2 veces al día, por la noche o mañana y noche, hasta la desaparición de la infección. Forma farmacéutica: crema, jabón, polvo, solución y spray. Se usa el ácido undecilénico al 2.5-5.0%, asociado con undecilenato de zinc al 10-20%, propionato de sodio al 10% y ácido bórico o ácido salicílico al 1%. Reacciones adversas: en general es bien tolerado, pero puede provocar alguna irritación. La sensibilización es rara. • TRATAMIENTO FITOTERAPEUTICO
La búsqueda de nuevas moléculas que sean efectivas frente a agentes causantes de afecciones dermatológicas, como en este caso la Tinea pedis, motivó el interés por el estudio de las plantas y sus derivados. Ciertos estudios han pasado los ensayos preliminares y se ha demostrado la aplicación terapéutica de varias plantas medicinales en el tratamiento del pie de atleta, como ser: • ACEITE DE MELALEUCA
Se han hecho estudios utilizando una crema conteniendo aceite de melaleuca al 10% comparándola con otra de tolnaftato al 1%, pero los resultados fueron contradictorios. • AJO
Entre los constituyentes del ajo, se demostró que el ajoeno posee actividad antimicótica y otras propiedades antimicrobianas. Se realizaron estudios con una crema conteniendo ajoeno, que resultó ser eficaz. No se registraron casos de toxicidad ni quejas por el mal olor. Se encontró que el ajoeno es un sustituto con eficacia y seguridad equivalente a la terbinafina. Se recomienda la aplicación de una crema con concentración de 0.6% de ajoeno para el tratamiento inicial de la Tinea pedis durante al menos 7 días, 2 veces por día.
LO QUE EL FARMACÉUTICO DEBE SABER
• Duración de la afección.
• Apariencia, aspecto: si hay piel escamada, inflamación, picazón, si están afectadas otras áreas del pie, etc.
• Si el paciente tuvo anteriormente este episodio y qué medidas o tratamientos realizó al respecto.
• Las drogas utilizadas, en qué formas farmacéuticas están disponibles y su modo de empleo.
• Si el paciente es diabético.
• Si el paciente es una mujer, preguntarle si está embarazada o está dando de amamantar.
• Qué medidas higiénicas debe tomar el paciente para que el tratamiento sea eficaz y poder prevenir la reinfección.
CUÁNDO ACUDIR AL MÉDICO
• Si el paciente presenta inflamación, enrojecimiento o supuración, ya que pueden deberse a una infección bacteriana secundaria. Si es necesario, el médico prescribirá un antibacteriano además del antimicótico.
• Si la afección afecta a otras áreas del pie, ya sea la parte superior o la planta del pie.
• Si también están afectadas las uñas de los dedos. Puede necesitarse un tratamiento sistémico.
• Si el paciente es diabético, porque este tipo de pacientes puede tener mala circulación, son más propensos a sufrir infecciones secundarias y les resulta difícil cicatrizar las heridas.
• Si el paciente tiene antecedentes de alergia, asma o enfermedades de la piel.
• Si el paciente ha utilizado un antimicótico durante varias semanas sin que haya notado una mejoría.
• Si el cuadro empeora durante el tratamiento con el antimicótico.
• En niños, ancianos, mujeres embarazadas o que estén amamantando.